Como es sabido, a los programadores y promotores musicales les encantan las efemérides, y esta temporada no podia faltar el homenaje a Claudio Monteverdi, nacido hace 450 años. John Eliot Gardiner, artista excepcional y especialista en este compositor, se ha apuntado a la celebración interpretando sus tres óperasL’Orfeo, L’incoronazione di Poppea e Il ritorno d’Ulisse in Patria– en diversos lugares, como Venecia (lugar de estreno de las obras) o los festivales de Salzburgo, Lucerna y Edimburgo. De nuevo, y aunque no fuera con el pack completo, Barcelona ha sido una de las ciudades afortunadas (Gardiner ya la escogió hace tres años, junto a Londres y París, para la gira de celebración del 50 aniversario del Coro Monteverdi) con una única representación en el Palau de la Música de Il ritorno di Ulisse in patria, la última y menos interpretada de sus óperas. El escenario resultó ideal, ya que las dimensiones del Palau son más adecuadas para esta partitura que las de un gran teatro de ópera como el Liceu, y la versión semiescenificada resultó muy efectiva, como comentaremos más adelante.

450 años son muchos, y en el contexto de la música este número lo sitúa en los albores del canon occidental. Sin embargo, la obra de Monteverdi es más cercana a nuestro tiempo de lo que podría parecer. Si aceptamos el tiempo extremadamente lento para el espectador contemporáneo y nos dejamos llevar por el canto, el rítmo y la prosodia, encontraremos un fresco de vívidas emociones que refleja perfectamente lo que debería ser la ópera, si la entendemos como producto artístico y no como simple vehículo de exhibición.

Gardiner emprende esta aventura con sus compañeros habituales, los English Baroque Soloists y el Coro MonteverdiJunto a ellos, un reparto sin ninguno de los nombres que mueve a legiones de seguidores, pero compuesto por especialistas en el género barroco que redondearon una representación simplemente perfecta. La voz de la mezzosoprano Lucile Richardot es sorprendentemente grave, especialmente al oírla por primera vez, y encaja con el carácter noble y paciente de Penélope. Su lamento de entrada es uno de los fragmentos más bellos e intensos de toda la partitura, y su conmovedora interpretación causó un gran impacto. Igual de impresionante estuvo en su entrada Furio Zanasi, cuando Ulises despierta en las playas de Ítaca. La inteligencia y sensibilidad de Zanasi estuvo a la altura de la astucia del laértida. La soprano Hana Blažíková además de ser Fortuna en el prólogo, se encargó del importante papel de Minerva, luciendo un bello timbre y una gran expresividad. El bajo Gianluca Buratto cantó el triple rol de Tiempo, Neptuno y el pretendiente Antinoo, mostrando una gran versatilidad. Su voz profunda y resonante le convirtió en un temible y autoritario Neptuno, mientras que como Antinoo resultó convenientemente desafiante y altivo. El resto de roles, aunque de menor extensión, fueron interpretados con el mismo nivel de excelencia.

Al mando de todos ellos, John Eliot Gardiner firmó una versión sincera y emotiva, que demostró la capacidad de esta música de más de 400 años de antigüedad para reflejar la complejidad del alma humana. Pero su labor no se limitó a la dirección musical, ya que junto a Elsa Rooke codirigió la escena en una adaptación minimalista, con la acción situada alrededor de la orquesta. Dada la familiaridad del público con la historia, la cuidada iluminación de Rick Fisher y el vestuario de Patricia Hofstede -preciosos los atuendos de época de los griegos, que contrastaban con los modernos vestidos de etiqueta de los dioses- eran más que suficientes para aportar la ambientación necesaria, mientras que la imaginativa dirección de actores aportaba los elementos restantes -la imagen de Penélope con los brazos tendidos verticalmente a modo de arco sin ceder a los intentos de los pretendientes era una potente representación gráfica de su relación-. Al final, después de más de tres horas de música, era claro para todos los que estábamos en el Palau que habíamos asistido a una representación de las que no se olvidan, y que se ha confirmado como uno de los eventos principales de la temporada.

 


Miércoles, 3 de mayo de 2017 –  Palau de la Música Catalana, Barcelona

Il ritorno di Ulisse in patria, de Claudio Monteverdi

Furio Zanasi, Ulisse
Lucile Richardot, Penelope
Krystian Adam, Telemaco
Hana Blažíková, Minerva / Fortuna
Gianluca Buratto, Tempo / Nettuno / Antinoo
Michal Czerniawski, Pisandro
Gareth Treseder, Anfinomo
Zachary Wilder, Eurimaco
Anna Dennis, Melanto
John Taylor Ward, Giove
Francesca Boncompagni, Giunone
Robert Burt, Iro
Francisco Fernández-Rueda, Eumete
Carlo Vistoli, Umana Fragilità
Silvia Frigato, Amore
Francesca Biliotti, Ericlea

Monteverdi Choir
English Baroque Soloists

Sir John Eliot Gardiner, director musical
Elsa Rooke, Sir John Eliot Gardiner, codirectores de escena
Rick Fisher, luces
Patricia Hofstede, vestuario