Antonio Lizana interpretó con su quinteto en el ciclo «Coliseo jazz» del Real Coliseo de Carlos III su tercer disco, Oriente, el pasado 21 de octubre. Esta formación está compuesta por Mawi de Cádiz (baile, percusión corporal y coros), Shayan Fathi (batería), Jesús Caparrós (bajo eléctrico), ese día también contaron con Daniel García Diego (piano) y Antonio Lizana, quien es un saxofonista cantaor o un cantaor saxofonista además de compositor.

El título del disco es una declaración de intenciones y de raíces por algo que el propio Lizana explicó, ya que las fronteras delimitan no solo las zonas físicamente, sino que contribuyen a crear fronteras humanas. Además, el título de Oriente refleja los sonidos que culturalmente hemos recibido durante siglos de Oriente (sobre todo de Oriente Medio) y de África y que se han asentado en nuestro folklore -incluido el flamenco- y en nuestra música popular, así que pudimos deleitarnos con un concierto con influencias de la música árabe perfectamente fusionada con el jazz y el flamenco.

La formación de este grupo es ecléctica porque cuenta con un bajo en vez del tradicional contrabajo y en la sección de la batería pudimos escuchar además el darbuka, uno de los instrumentos árabes más importantes que insufla esos aires orientales. Esto se ve enriquecido con el trabajo de Mawi de Cádiz, quien es capaz de mostrar su arte en sus solos y también con el acompañamiento de cualquier instrumento. Transmite una gran expresividad racial con todo el cuerpo y sus solos como bailaor dejaron extasiado al público.

En cuanto al piano, quisiera destacar un solo de Daniel García Diego, que comenzó con prácticamente una nota hasta ir creándose una melodía con su acompañamiento para dar paso al tema con el que arrancó todo el grupo. Fue uno de los momentos que causaron más expectación por su inicio tan atípico y su gran evolución. Otro de los momentos memorables que nos brindaron fue a cargo de Jesús Caparrós con un solo de bajo virtuosístico a la par que expresivo. 

La interpretación de melodías y sobre todo de ritmos que fusionan estilos como palos del flamenco, jazz y música árabe es muy complejo pero en la batería de Shayan Fathi no lo parece porque suenan como si fueran un todo, con lo que consigue crear una base impresionante para el conjunto. He de confesar que es uno de los baterías que más me han fascinado hasta el momento.

Por si esto fuera poco, con Antonio Lizana se desdibujan esas líneas que delimitan las especialidades artísticas porque es un gran saxofonista y también un gran cantaor que pasa de una especialidad a la otra con una asombrosa facilidad. En el tema Nos quisimos así me recordó al gran Camarón de la Isla y consiguió emocionarme con esta canción, la cual es aún más desgarradora en directo.

En este teatro no solo estuvimos en un concierto, sino que vivimos una fiesta con un fantástico anfitrión que derrocha simpatía y en ella hubo espacio para la meditación, la emoción, el baile y la fiesta de la mano de las bulerías finales (relacionadas con la fiesta y la burla), tan importantes en la provincia de Cádiz (tierra de este polifacético artista) y sobre todo en Jerez de la Frontera


Dentro de esta agrupación no hay ningún tipo de fronteras porque los estilos y sus sonidos se fusionan creando un mundo original, profundo en unas ocasiones y divertido en otras. Si tienen la ocasión, no se los pierdan. Nos obsequian con un directo vibrante con el que nos dejan con ganas de más.

(Foto: Antonio Lizana)