Dios existe y vive en Bruselas en El Nuevo Testamento

Dios existe y vive en Bruselas en El Nuevo Testamento

El verano en Berlín es un rompecabezas que debe afrontarse con astucia y positividad, donde el clima juega incesantemente al gato y al ratón. Al principio, uno no sabe por dónde cogerlo, ni que ponerse para asomarse a la calle o si hacer determinados que planes por miedo a esa meteorología tan caprichosa. Al final, miras más veces al día la página del tiempo que tu WhatsApp y rara vez falta una prenda con capucha encima de tu hombro, por si a la tarde-noche refrescara y un grupo de nubes confluyeran para tratar de aguarte la vuelta a casa.

El otro día fui a uno de los maravillosos cines al aire libre que la ciudad ofrece, escondido en medio de un parque tras una catedral, confiando en una previsión que aventuraba una noche despejada y tranquila. Proyectaban el Nuevo Testamento (Le tout nouveau testament, Bélgica, 2015) del poco prolífico pero no por ello menos talentoso Jaco Van Dormael. Servidor tan solo conocía al cineasta belga por esa genial e hipnótica producción del 2009 bajo el peculiar título de Las vidas posibles de Mr. Nobody (Mr. Nobody, 2009), encabezado por un siempre excelente y polifacético Jared Leto.

Con la grata compañía de un amigo francófono, visionamos el film en versión original (francés) subtitulada (alemán), de manera que ambos pudimos disfrutarla sin problemas, a excepción de algunos giros del lenguaje teutón que mis 3 años en Alemania no han alcanzado todavía a dilucidar.

Pues sí, Dios existe, vive en Bruselas y no es un señor lo que diríamos afable, sino un tirano en bata y barba de una semana que domina la humanidad a su antojo desde un ordenador en su cuarto, siempre cuidadosamente cerrado bajo llave, al cual ni su hija ni su mujer tienen nunca acceso. Efectivamente, Dios tiene familia y son tan “humanos” (o quizá no tanto) como él.

Éste es el punto de partida de una comedia veraniega fresca y nada pretenciosa, ideal para esta época del año. El protagonista de la historia, en una película que personifica a Dios, es sin embargo su pequeña hija Ea, quien sobrepasada por lo malévolo de su padre decide dejar de vivir en el tedio y la apatía y pasar a la acción. Durante su aventura, tanto Jesús como en especial los apóstoles tienen un papel fundamental para cerrar el círculo del cometido de la joven, aunque no precisamente el que pudiéramos esperar, pues esto es una comedia de ficción satírica y el pájaro de la imaginación se despliega aquí abriendo las alas desde el mismo inicio de la cinta.

El ingrediente que adereza a El Nuevo Testamento y que en mi opinión lo hace altamente disfrutable es un original y bello lirismo cuasi poético que abraza e impregna a muchas de las escenas, entrelazadas éstas a otras ya más ligeras de claro humor estival, conformando una sonrisa en el espectador que ha pagado bien a gusto el precio de su entrada.

Pese su apariencia, no es peccata minuta por muy revestida que esté de comedia: una película satírica donde la bondad del ser humano trata de abrirse paso y avanzar ante un Dios que se nos presenta sátiro y ridiculizado a partes iguales, incluso bufonesco. Es esto lo que el film a última instancia nos ofrece y con gran acierto dado que ninguna voz ofendida se ha alzado desde su estreno.

El parque estuvo abarrotado durante la proyección, pero la habitual educación exquisita de los alemanes y del resto que acudieron hizo que las risas y el ulular del viento azotando las hojas de los árboles fueran los únicos sonidos perceptibles durante dos horas que se pasaron volando (a cualquiera que en una apacible tarde de julio se decante por ir a ver un film belga en versión original en lugar de estar de cervezas y cháchara en una terraza se le presupone compostura y respeto suficientes para con los demás)

En esta jornada el clima impredecible de Berlín fue bondadoso y brindó una temperatura tan agradable que ni siquiera la fresca brisa invitaba a ponerse encima la sudadera; si somos buenos puede que Dios desde Bruselas se apiade de nosotros y nos regale más veladas como ésta durante el verano.

Festival Imposible: Cuarta semana

Festival Imposible: Cuarta semana

Este verano en Cultural Resuena os invitamos a la primera edición de un evento imaginario que tendrá lugar en ninguna parte: un festival que no se rige por las leyes del tiempo ni del espacio y que reunirá a grandes glorias y a injustos olvidados del pop y el rock en sendos escenarios (el mastodóntico Escenario Anís del Tigre y el más modesto Escenario Aceitunas Liaño). Cada semana desvelamos dos grupos de este cartel imposible y os invitamos a escuchar la lista con las canciones de su improbable concierto.

CUARTA SEMANA:

ESCENARIO ANÍS DEL TIGRE
Pink Floyd en 1979

Pink Floyd ocupa un puesto privilegiado en la historia del rock y fue una de las primeras bandas en llevar la espectacularidad a los conciertos de estadio. Sus kilométricas piezas, con una sabia mezcla de riffs de guitarra y melodías sintéticas, eran ejecutadas de forma impecable ante miles de personas en un festival de luces, fuegos artificiales y cerdos hinchables. En 1979, tras una década sin el genio inestable de Syd Barrett, la banda de Londres era una máquina mal avenida (debido a los polos opuestos de Roger Waters y David Gilmour) pero bien engrasada. En verano de ese año, Pink Floyd acababa de terminar su último gran disco, The Wall, pero todavía no habían iniciado la ambiciosa y fallida gira que lo acompañaría. Así pues, el escenario Anís del Tigre estallaría libre de muros de porexpán y dejaría espacio para los grandes temas de discos anteriores.

ESCENARIO ACEITUNAS LIAÑO
Grizzly Bear en 2016

Tanta espectacularidad pirotécnica contrasta con la intimidad, casi de bajona, de esta rareza acústica llamada Grizzly Bear. El grupo de Brooklyn sólo es conocido por estos lares por uno de sus temas, Two Weeks, que acompañaba al anuncio de una marca de automóviles hace algunos años. Una lástima, porque, si bien se trata de su canción más accesible, es muy poco representativa del estilo de la banda en general y de Daniel Rossen en particular (mención aparte merecen su disco en solitario y los que ha sacado con su otro proyecto, Department of Eagles). La música de Grizzly Bear emana una fragilidad muy adecuada para la madrugada y para un escenario pequeño como el nuestro, aunque no le teme a la experimentación ni a las melodías difíciles. Avisados estáis.

Festival Imposible: Cuarta semana

Festival Imposible: Tercera semana

Este verano en Cultural Resuena os invitamos a la primera edición de un evento imaginario que tendrá lugar en ninguna parte: un festival que no se rige por las leyes del tiempo ni del espacio y que reunirá a grandes glorias y a injustos olvidados del pop y el rock en sendos escenarios (el mastodóntico Escenario Anís del Tigre y el más modesto Escenario Aceitunas Liaño). Cada semana desvelamos dos grupos de este cartel imposible y os invitamos a escuchar la lista con las canciones de su improbable concierto.

TERCERA SEMANA:

ESCENARIO ANÍS DEL TIGRE
The Cure en 1989

Para muchos, los años ochenta fueron un agujero negro a nivel musical y capilar, mientras que otros veneran la década con una devoción exagerada. A pesar de esto, The Cure siempre ha encontrado cierto consenso entre partidarios y detractores de aquellos años de hombreras. En 1989, la banda del chanante Robert Smith publicaba su octavo álbum, Disintegration, y alcanzaba el zénit de su fama con una imposible mezcla de punk, pop meloso y rock gótico. Su concierto, lógicamente, incluiría las pistas más famosas de ese disco, pero también sus otros éxitos anteriores, como la canción que les lanzó a la fama, Boys Don’t Cry, la romanticona Just Like Heaven o la extrañamente caribeña Close to Me.

ESCENARIO ACEITUNAS LIAÑO
Little Joy en 2008

El brasileño Rodrigo Amarante es un nombre inexplicablemente desconocido en el panorama musical internacional. Algunos lo conocerán por ser el autor de la canción que abre cada capítulo de la serie Narcos; otros por ser colaborador habitual de Devendra Banhart y miembro de la oscura banda Los Hermanos. En 2008, Amarante se unió al batería de los Strokes, Fabrizio Moretti, y a la cantante Binki Shapiro para embarcarse en una breve aventura musical. Ese año, Little Joy sacaron su único álbum, veraniego, acústico y orgullosamente retro. El tándem de voces de Amarante y Shapiro llenaría el pequeño escenario Aceitunas Liaño envuelto en esponjosas melodías de guitarra y el buen hacer de Moretti a la batería.

El mar será…

El mar será…

Con motivo de la conmemoración del inicio de la Guerra Civil española, hoy recuperamos una historia silenciada que conocimos en la pasada edición del Gutter Fest, de la mano de Sergi Bernal.

Esta es la historia de un maestro, Antoni Benaiges, que en 1934 dejó su localidad natal, Montroig del Camp, para irse a Bañuelos de Bureba (Burgos), a trabajar en la escuela del pueblo. Antoni Benaiges llegó a su nuevo destino con una voluntad: aplicar la técnica freinet en una escuela del medio rural, en una población pequeña donde gran parte de los habitantes eran analfabetos.

La técnica Freinet tiene la particularidad de aplicar la imprenta al proceso educativo, haciendo a los alumnos partícipes del mismo. A través del uso de la imprenta, esta metodología buscaba, tantos en sus inicios como en la actualidad, que el proceso de aprendizaje fuera un proceso experimental. Quienes  aplican esta técnica buscan generar unos procesos de aprendizaje basados en la investigación, el trabajo en equipo, el ensayo-error, el aprendizaje cooperativo que toma como punto de partida los intereses de los propios alumnos y la producción de pequeños artefactos que todos los implicados en el proceso entiendan como algo que puedo servir al desarrollo del mismo.

Antoni Benaiges llegó a Bañuelos de Bureba revolucionando su escuela, y por extensión a sus pequeños habitantes. Los alumnos y el maestro empezaron a fabricar unas publicaciones en formato de revista en las que plasmaban sus inquietudes e intereses y que, a su vez, intercambiaban con otras escuelas Freinet, generando así una suerte de red de intercambio de conocimientos e inquietudes. Revistas en las que los niños tomaban la palabra y la utilizaban como medio de expresión.

Uno de esos cuadernos, El Mar. Visión de unos niños que no lo han visto nunca, recoge las inquietudes surgidas cuando el maestro prometió a sus alumnos que en verano de ese mismo año,  1936,  los llevaría a ver el mar. Los niños de Bañuelos de Bureba nunca habían conocido el mar por lo que decidieron dejar plasmadas sus expectativas y anhelos en pequeños textos, unos textos que también expresaban la importancia del compromiso, del poner el cuerpo, de cómo se puede saber de algo sin haberlo visto previamente:

Y la fantasía de unos niños que suben y bajan la loma, la ingrata loma, disparose hacia la Lejanía [sic] para hundirse en la vastitud [sic] líquida, misteriosa, sublime…También ellos, los niños saben del mar sin haberlo visto nunca.

El mar, prólogo, Antoni Benaiges

El mar será muy hondo. Sera de hondo como dos veces la veleta de la torre. Y tendrá dos metros de largura.

Baldomero Sáez

El Mar recoge todas las incertidumbres de quienes no lo habían visto, de quienes componían sus intuiciones y las plasmaban a través de la imprenta, de quienes no estaban obligados a reproducir conocimientos certeros para poder expresarse.

El mar será… pero nunca fue para los niños de Bañuelos de Bureba.

En julio de 1936 Antoni Benaiges fue represaliado y asesinado por el fascismo, dejando sin cumplir su particular promesa. Asesinaron al maestro e intentaron asesinar su recuerdo. El recuerdo de alguien que dio algo muy peligroso a los niños: el poder de la palabra, el poder de expresarse, de experimentar, de generar prácticas cooperativas.

Antoni Benaiges es el maestro que prometió el mar, pero sobretodo, fue uno de tantos maestros represaliados, asesinados y silenciados por promover y ayudar al desarrollo del pensamiento crítico. Su historia es una de tantas, demasiadas, que el fascismo intentó silenciar con tierra. Pero hay cosas que ni siquiera la tierra puede silenciar.

El maestro que prometió el mar es la urgencia de recuperar una memoria silenciada, es la urgencia de expresar el libre pensamiento que muchos pagaron con la vida, es la urgencia de seguir desarrollando herramientas críticas en un contexto en el que Radio Televisión Española con motivo del aniversario del golpe proyecta una película de propaganda fascista. Es la urgencia de seguir abriendo las heridas que guardaban unas soturas infectadas. Como decía Sergi Bernal el pasado 18 de julio con motivo del golpe “El golpista, el obispo y la Guardia Civil, en los mausoleos. Los nuestros: el educador, el maestro, el amigo, en la fosa”.

Para más información sobre Antoni Benaiges:

http://desenterrant.blogspot.com.es/

Si queréis comprar el libro que recoge todo el proceso:

http://www.blume.net/catalogo/1017–desenterrant-el-silenci-antoni-benaiges-el-mestre-que-va-prometre-el-mar-9788498016956.html

 

Refréscate – Literatura

Refréscate – Literatura

¡Ay! ¡Qué calor! Pero qué maravilla poderse sentar bajo una sombra a leer un buen libro. ¿Estás sin ideas? No problem! Aquí llegan nuestros refresquitos de literatura.

Marina

El verano es para las bicicletas, sí, pero también para las novelas de policías. Si aún no te has adentrado en este mundo (que muchos consideran sosón y poco intelectual pero que verán cuán equivocados están al saber que figuras como Walter Benjamin o Siegfried Kracauer se encargaron de pensar filosóficamente sobre las novelas de policías), te recomiendo tres vías: 1. no leas bestseller sin ton ni son. El código Da Vinci no es un buen libro (si discrepas, puedes exponer tus argumentos en los comentarios). Como mucho, lee bestseller tipo Diez negritos, de Agatha Christie o los de Sherlock. Bien. 2. Novela inglesa: Edmund Crispin, Wilkie Collins, el ya nombrado Arthur Conan Doyle. Flema inglesa y escritura deliciosa. 3. novela en español: Leonardo Padura o venga, es el momento, lánzate con Pepe Carvalho, el mítico detective de Vázquez Montalbán. Ignacio del Valle va ganando fama con su detective Andrade. No me caben aquí más. Pero para empezar, tienes muchos. Y muy buenos.

Elisa

Os animo, y también a mí, a recuperar una novela titulada Leer Lolita en Teherán, de la escritora iraní Azar Nafisi. Fue un regalo de un amigo al que hace tiempo no veo, pero sigo echando de menos. Aquella noche en que me obsequió con este libro, me dijo lo siguiente: «es la historia de una mujer que cree en el poder de las palabras para cambiar el mundo, y al encontrarla, me he acordado de ti». Y es cierto, creo en el poder de la literatura. Tanto en su utilidad desmesurada como en su propia inutilidad, en el placer absoluto de la lectura. Y, además, esta recomendación incluye también la lectura casi obligada de Lolita, de Vladimir Nabokov. Imprescindible. A continuación, un adelanto:

«En el otoño de 1995, tras dimitir de mi último puesto académico, decidí darme un capricho y cumplir un sueño. Seleccioné a siete de mis mejores y más entregadas alumnas y les invité a acudir a mi casa los jueves por la mañana para hablar de literatura». Leer Lolita en Teherán, Azar Nafisi.

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta”. Lolita, Vladimir Nabokov.

Antonio

El libro que pretendo leer este verano es Ready Player One de Ernest Cline estrenandome además en el mundo ebook. Altamente recomendado por mis jefes, se postula como un libro tardío para toda una generación de amantes de los videojuegos. Ya Hollywood le puso el ojo hace tiempo y tendremos adaptación dentro de poco. Si tienes edad suficiente para haber disfrutado de las ahora llamadas «viejas glorias» del videojuego parece que deberías darle una oportunidad. Veremos si aprueba para septiembre.

Camilo

Una lectura placentera y, se podría decir, al mismo tiempo un tanto extraña para las vacaciones, es la de un libro que hace seis años causó mucho revuelo y que hoy en día ha caído un poco en el olvido. Me refiero a Dublinesca (2010) de Enrique Vila-Matas. Se trata de una novela sobre el tedio y el momento de un salto mortal a una realidad ajena (¿la de la lectura misma? ¿la de lo literario en general?), a Irlanda, al mundo irlandés, al mundo de lo literario, a la obra de Joyce y de Beckett, de Julien Gracq y sobre todo, al mundo del yo que buscamos constantemente. Dublinesca trata sobre la odisea de un individuo tras las huellas de su personalidad, el individuo que teje una telaraña y con ella el mapa de sus despegamientos en miles y miles de caras y personalidades. Una novela-ensayo llena de humor y de momentos intensos de poesía y filosofía.

Carles

Encaro el verano con varios títulos en mi estantería de libros a leer. Para empezar voy a aprovechar el tiempo para acabar de liquidar Acte de Violència, un libro de Manuel de Pedrolo sobre una huelga de tres días en una ciudad anónima. Reivindicación política vivida por distintos personajes. También voy a leer El fin y los medios, de Aldous Huxley. Este ensayo del conocido autor supone un momento clave en su carrera, pues le hace dar el salto de una ficción reivindicativa a un libro puramente ensayístico. Reflexiones políticas previas a la Segunda Guerra Mundial que en muchos casos se demostraron ciertas. Un tercer libro que voy a leer es La guerra de les salamandres, de Karel Capek. Una sátira humanista usada para analizar algunas de las barbaridades de nuestro mundo actual. Para acabar con la colección de libros de editoriales pequeñas, voy también a leer The Great Gatsby. Poco puedo decir sobre este libro que no se haya dicho ya.

Pablo

Lo bueno del verano en Madrid es que empieza con la Feria del Libro. Lo malo es que no es recomendable salir de casa antes de las ocho de la tarde. Lo que nos da días enteros de lecturas refrescantes con las persianas bajadas. Los libros son entonces, como siempre han sido, una forma de resistencia. Dos me han acompañado en este inicio de verano: el primero es ya un clásico contemporáneo, merecedor del prestigioso Pulitzer: La maravillosa vida breve de Oscar Wao, del escritor dominicano y estadounidense Junot Díaz; una auténtica joya para leer de un tirón «a calzón quitao», como quien dice. El segundo es el último libro publicado por la editorial La Uña Rota, que tantas delicias librescas nos está ofreciendo a los amantes del teatro: Mierda Bonita de Pablo Gisbert, no apto para lectores moralistas y/o mogigatos. ¡Disfruten y lean!

Ainara

Este año se cumplen 110 de años del nacimiento de uno de mis escritores más admirados (si no el más), Samuel Beckett (1906-1989). Las efemérides siempre suponen una buena excusa para recordar aquello que una cree que nunca puede ser olvidado. Aunque Beckett es conocido y reconocido, sobre todo, por sus obras de teatro, yo quisiera recomendar su narrativa (si es que así puede llamarse a la novela que no narra nada, en la que nada pasa). Y, como estoy que lo tiro, os recomiendo tres novelas al precio de una: su trilogía Molloy, Malone muere El Innombrable es una excelente obra para quienes disfruten del absurdo, de la angustia gratuita y el desasosiego desmedido. Una absoluta delicia desconcertante y existencialista.

Javi

La editorial berlinesa Merve, especializada en filosofía continental, nos ofrece un nuevo volumen de ensayos editado por el crítico literario Armen Avanessian, que ya es un clásico de la casa. En ellos se desbroza el concepto de temporalidad que subyace a un arte contemporáneo que, nos dicen, ha desgastado finalmente su fuerza fundacional (que consistía precisamente en asentar una temporalidad irreduciblemente nueva). Entienden que esta nueva temporalidad post-contemporánea, marcada por el nuevo escenario neoliberal, solo puede ser especulativa, donde el presente ya no es la categoría central, sino el futuro. Una obra que promete profundizar en la línea del realismo especulativo (corriente tan en boga en la filosofía más reciente) y volver a explicarnos el estado del arte con una conceptualidad a la altura de su complejidad, siguiendo el espíritu de Adorno.

Daniel

El itinerario de este verano es inconcreto, responde a una inquietud y una intuición. El topos del exceso de visión aparece en distintas formas y con distintas resoluciones en la literatura clásica y bíblica. El vidente y ciego Tiresias, Ayax y Hércules ciegos enfurecidos, los ojos extirpados de Edipo, el exceso pecaminoso de David mirando a Betsavé y su correspondiente clásico en Acteón y Artemis, junto con otras visiones mórbidas como la de los viejos que miran a Susana, o la de Penteo que se condena mirando a las Bacantes. Una estructura mítica profunda en la que confluyen la sexualidad, el misterio, la profecía, el castigo y la hybris vidente. Durante el verano procuraré buscar variantes de este tópico en la literatura clásica, así como referencias para su interpretación, siguiendo los modelos de J. Campbell, C.G. Jung, y G. Dumézil. Ya veremos qué resulta.