Los conciertos de bandas sonoras musicales no son un rara avis. La última década se han incrementado en Europa. Lo que hoy nos fascina y llena salas como el Palau de la Música Catalana con todo tipo de público, hace años que goza de prestigio internacional. Este año repitiendo la experiencia positiva de la temporada pasada, la Sinfónica del Vallés ha programado otra sesión basada en las “músicas de película” en su concierto del pasado 11 de abril.

El espectáculo planteado con dinamismo, continuidad y cierta brevedad (una hora escasa) participaba de la moderna multimodalidad. Es decir, con la coordinación de diversos canales simultáneamente (imagen, luces, sonido, música, gesto, palabra, etc). A la orquesta y a su director titular, se sumó Jordi Cos en la mesa de proyección y los actores y dobladores Mercè Montalà y Salvador Vidal. Ambas unas voces que forman parte de la identidad hollywoodiense en el imaginario colectivo español y catalán.

Dos maestros del doblaje

Vidal y Montalà demostraron entrega, la altísima profesionalidad y la excelente dramatización que les caracteriza: cambios de registro, de ritmo, variedad de énfasis y de emisión de voz. Su participación vehiculaba una propuesta equitativa en la relación entre música, diálogos y parlamentos. Éstos últimos, diálogos y parlamentos, asumían una función triple según si eran conductores (Pulp Fiction, Star Wars), una transición o formaban parte de la estructura del recordatorio musical (Chicago e Instinto Básico) recreando con emoción pequeñas escenas de los films en un juego que compensaba bien los esquemas de tensión y calma.

La orquesta dirigida por Rubén Gimeno participó con unos resultados musicales muy convincentes, tanto en las individualidades (el oboe de Òscar Diago en La misión, el violín concertino en la Lista de Schindler) como en el conjunto enfocando bien el idiomatismo y la variedad en la suite de Chicago, en Pulp Fiction, en la selección de Star Wars y en el bis de En busca del arca perdida. Un bis que, por cierto, cerraba un programa vinculado a una entidad sin ánimo de lucro como la AEA (Asociación Española de Anirida).

El próximo año más, por favor, con Bernard Hermann, James Horner, Hans Zimmer y alguna incursión en el cine de animación. Y que, además, se ofrezca en emplazamientos que puedan acoger la afluencia que generan programas como éstos.

Programa
Obras de Dale, Morricone,
Williams, Berry, Beethoven, Kander, Myers y Goldsmith.
Salvador Vidal y Mercè Montalà,
actores y dobladores. OSV. Rubén Gimeno, director.
Por Albert Ferrer Flamarich