No me gusta recomendar a ciegas, como en muchas ocasiones se hace desde los medios basándose en el prestigio de los hacedores, ni pretendo publicar una agenda de los estrenos teatrales de la nueva temporada (ya hay muchos medios que ejercen esta función y a mí me aburre), me dispongo a recomendar algunas obras de temporadas pasadas que vuelven a los teatros madrileños. Porque los espectadores también tenemos derecho a segundas oportunidades, aquí van varias obras que no te puedes perder por segundo año consecutivo:

REIKIAVIK Y LA PIEDRA OSCURA

Dos de las obras más interesantes de la temporada pasada vuelven a los teatros madrileños. Juan Mayorga como autor y director de Reikiavik al CDN y La piedra oscura de Alberto Conejero dirigida por Pablo Messiez al Teatro Galileo. Ambas producciones coparon las nominaciones a los premios MAX, en los que la segunda concentró los galardones de Mejor espectáculo de teatro, Mejor autoria teatral, Mejor dirección de escena, Mejor diseño de espacio escénico y Mejor diseño de iluminación. Son textos que demuestran la magnífica salud de la dramaturgia española contemporánea y las entradas vuelan.

Reikiavik, autoría y dirección de Juan Mayorga. En la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán del 28 de septiembre al 30 de octubre de 2016.

La piedra oscura de Alberto Conejero. Dirección de Pablo Messiez. En el Teatro Galileo del 8 de septiembre al 6 de noviembre de 2016.

 

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TEATRO KAMIKAZE

Estamos de enhorabuena: abre un nuevo teatro en Madrid. En el edificio del antiguo teatro Pavón, tras el traslado de la Compañía Nacional de Teatro Clásico al Teatro de la Comedia en la calle del Príncipe, la compañía Teatro Kamikaze, entre los que destacan Miguel del Arco e Israel Elejalde, abren las puertas del teatro homónimo.

En su página web se lee que el proyecto pretende aportar a la escena madrileña “un teatro de calidad para todos los públicos. Un espacio para el entretenimiento, la reflexión, el diálogo y la transformación. Un nuevo recinto artístico que nace con la vocación de ofrecer una mirada contemporánea en la que cualquiera pueda verse reflejado.” Por el momento la programación apuesta por varias reposiciones que ya cosecharon las alabanzas entusiastas del público y la crítica en temporadas anteriores. Lo cual no es en absoluto censurable, pues bastante complicado resulta sacar adelante un nuevo teatro en los tiempos que corren, como para además arriesgarse en exceso con obras desconocidas o que puedan no funcionar. Sí esperamos, no obstante, que hagan honor a su lema y apuesten por una mirada contemporánea, es decir, que incluyan entre su oferta obras de dramaturgos y compañías incipientes y se conviertan en referencia en el apoyo a los nuevos creadores. Sería muy positivo que al menos se utilizara la sala pequeña (denominada “El gallinero”, que como muchos sabréis es el nombre que recibía desdeñosamente el lugar donde se colocaban las espectadoras en los corrales de comedias de los siglos de oro) para crear un espacio en condiciones razonables (algo mejores que en las precarias salas “off” de Madrid) con esta finalidad. Miedo me da en este sentido las coletillas “teatro para todos los públicos” y “de entretenimiento”, que se suele traducir por “lo que venda más y mejor”.

Pero confiemos en el buen hacer de las gentes del teatro. Por lo pronto un servidor les recomienda tres obras de la programación de primera mano:

 

Juicio a una zorra © Sergio Parra_4

 

Juicio a una zorra (del 12 al 29 de enero de 2017). Texto y dirección de Miguel del Arco. Se trata de un monólogo interpretado con pasión por la extraordinaria Carmen Machi, lleva más de cinco años en escena y las entradas, cada vez que se sube a las tablas, se agotan en un santiamén. Helena de Troya trata de restaurar su dignidad perdida haciendo una contralectura de la historia que la relegó al lugar de la ignominia, a ser eternamente la que provocó, cuando se casó con Paris, la Guerra de Troya. El texto reivindica una mirada moderna y por tanto feminista sobre este personaje, que nos lleva de la risa al estremecimiento en una suerte de vaivén emocional al que recomiendo someterse.

 

Hamlet © Ceferino Lopez_9

 

Hamlet (del 9 de febrero al 5 de marzo) de William Shakespeare. Dirección de Miguel del Arco. Fue quizás uno de los montajes más alabados de la temporada pasada. Israel Elejalde como protagonista recibió todos los vítores. Yo, sin embargo, no los encontré tan fascinante, ni al montaje por lo estridente y arbitrario de algunas de sus decisiones, ni al protagonista, que no logró conmoverme ni en los momentos más sublimes del texto. Sin embargo, creo que es digna de ver y, quizás con el rodaje haya limado asperezas.

 

Misántropo © Eduardo Moreno_2

 

El Misántropo (del 9 al 26 de marzo) de Molière. Dirección de Miguel del Arco. Aquí sí tengo que alabar el montaje. Nunca es fácil montar una obra clásica (que si hay elementos anacrónicos, que si el público no va a comprender la vigencia del texto, que si el verso es complicado…) y mucho menos una comedia, sin embargo en este caso la actualización del texto llevando la acción al callejón trasero de un bar de moda, y la traslación de los personajes aburguesados de Molière en exitosos burgueses modernos (periodistas, actores, etc.) son aciertos que merecen reconocimiento. Esa actualización hacia un texto más prosaico no consiguió sin embargo hacer lo propio con el protagonista, Alcestes, también interpretado por Elejalde, que hablando en alejandrinos convertía un personaje ya de por sí antipático pero tierno, en un antipático ridículo.

Y…. UNA RECOMENDACIÓN A CIEGAS:

 

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Incendios, de Wajdi Mouawad. Dirección de Mario Gas. En el Teatro de la Abadía del 14 de septiembre al 30 de octubre

No soy un hombre de palabra, lo sé, dije que no lo iba a hacer, pero no puedo resistirme a compartir mi expectación sobre el estreno, por primera vez traducida al castellano, de Incendios. Tuve la ocasión de verla en catalán hace un par de años en Barcelona y quedé absolutamente fascinado y estremecido por la historia de una familia devastada que trata de recomponerse tras haber sufrido el horror de la guerra del Líbano. Creo que es uno de los textos más sobresalientes que ha dado el teatro del s.XXI, un texto duro, durísimo, que plantea grandes preguntas que tal vez solo se puedan realizar a través del género trágico. Y el montaje del teatro de la Abadía no puede ser más apetecible, pues cuenta la dirección del siempre confiable Mario Gas y la actuación de la inigualable Nuria Espert interpretando varios papeles. Esperemos que no defraude.