Fusión entre Oriente y Occidente: Hong Kong Ballet

Fusión entre Oriente y Occidente: Hong Kong Ballet

Este año se conmemora el 40º aniversario de la fundación de Hong Kong Ballet, una de las compañías más importantes de Asia, y están de gira por Europa. Ancient Passions x Modern Creations es la arriesgada propuesta que presentaron el 9 y 10 de marzo en el Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial (Madrid) con las coreografías de Edwaard Liang, Jorma Elo y Fei Bo.

Este espectáculo se divide en tres partes con música, coreografía y diseños diferentes para Sacred Thread, Shape of Glow y Shenren Chang (La armonía entre los dioses y los hombres). Sin embargo, aunque este es el orden preestablecido, en la actuación del día 10 la estructura se cambió de manera que comenzaron por el final. ¿Cuál fue el resultado de esta variación?

El argumento de Shenren Chang trata sobre la espiritualidad. Nos introdujo de pleno en la mística oriental con la música de Wen Zi, inspirada en la música antigua guqin (un instrumento de cuerda chino de la familia de la cítara que tiene un sonido grave) que se escuchó con ostinatos, los cuidados movimientos de los bailarines y el taoísmo del yin y el yang, en el que los polos opuestos están presentes pero son complementarios. De la unión de estos surge el círculo completo en el que se funden el blanco y el negro que los representa, dando lugar a diversas tonalidades grises. La abstracción y el minimalismo estuvo muy presente en esta parte en la que los movimientos estaban (co)medidos en muchas ocasiones y se les confirió determinación a la vez que tranquilidad. Ese círculo completo también simbolizó el principio -no solo de la obra- y el final porque esta primera pieza empezó igual que acabó: las mismas posturas y en el centro la imagen de la meditación y la calma.

Después le siguió Sacred Thread (Hilo sagrado) con música de John Adams, que por la temática y la música con síncopas y contratiempos me recordó Le Sacre du Printemps (La consagración de la primavera) de Igor Stravinsky por la especial predominancia del ritmo. Y al igual que en esta obra, aquí también se trata el tema del sacrificio pero desde otra perspectiva, así como las relaciones o la libertad. La coreografía fue más atlética que la anterior pero también más cercana en cuanto a reflejar las emociones por las que iban pasando los bailarines.

Por último, Shape of Glow (Forma del resplandor) con coreografía de Jorma Elo. Fue la joya de este espectáculo con música de W. A. Mozart y Ludwig van Beethoven. Los intérpretes aparecieron uniformados de negro y azul (con diseños de Yumiko Takeshima), recordando en ocasiones a los gimnastas, en parte gracias a los espectaculares movimientos de brazos que parecen ser una de las señas de identidad de Hong Kong Ballet. Las figuras, los agrupamientos y los desplazamientos encajaban y narraban a la perfección la música, por lo que resultó ser la parte más expresiva de las tres que integran esta obra.

En cuanto a la pregunta que planteé, fue inteligente el hecho de acabar con música clásica, ya que es más cercana al público de estos días. El cambio del orden en el programa fue un acierto porque fueron de menos -expresividad, implicación y emoción- a más. Por lo que Hong Kong Ballet ofreció un espectáculo diferente en el que se fusionan diversos aspectos de escuelas internacionales, al igual que la fusión entre Oriente y Occidente, en un recorrido histórico por la evolución de la danza y el ballet.

El impresionismo evocativo de Debussy y Ravel con Michel Plasson y la Orquesta Sinfónica de RTVE

El impresionismo evocativo de Debussy y Ravel con Michel Plasson y la Orquesta Sinfónica de RTVE

El 24 de noviembre la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española (RTVE) interpretó un concierto con obras de autores del impresionismo bajo la dirección de Michel Plasson en el Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial (Madrid), el cual es la nueva sede que alberga los conciertos de esta orquesta.

El programa seleccionado nos trasladó al París de la capital cultural europea de finales del siglo XIX en el que uno de los máximos exponentes fue Claude Debussy, creador del impresionismo musical, en el que utilizó un nuevo tipo de lenguaje repleto de timbres y tonalidades, al igual que el de los pintores impresionistas. En esta ciudad también exploraron sus sonoridades otros compositores como Maurice Ravel, a quien se suele englobar dentro de esa misma vanguardia pero que también recorrió a su particular manera el neoclasicismo. Ambos maestros consiguieron relacionar la armonía, el color y el timbre orquestal de manera global y en cada una de las secciones que componen la orquesta. Además, en la Exposición Universal de 1889 en París pudieron asistir a conciertos de músicas de lugares lejanos de Oriente, siendo especialmente importante la orquesta del gamelán, las cuales les influyeron, así como su interés por la música de otras épocas. Con estos compositores, las obras seleccionadas y estos intérpretes, nos sumergimos en el arte de la evocación.

La primera parte del programa estuvo destinada a Ravel. Comenzaron interpretando los ocho Valses nobles y sentimentales con los que nos trasladamos a las cortes imperiales donde fueron tan populares durante el siglo XIX y principios del XX. Aunque los tiempos de estos valses son contrastantes, la sensación de baile se transmitió en cada uno de ellos, transmitiendo ese halo de grandiosidad del que se hicieron eco en aquella época.

A partir de aquí, la imaginación se hizo indispensable en la escucha de las siguientes obras pero a la vez resultó muy fácil imbuirse en ella. Con la suite Ma mère l’Oye (Mamá Oca), nos adentramos en el maravilloso mundo de los cuentos, cuya música Walt Disney utilizó posteriormente para algunas de sus películas. Aquí pudimos asistir a una bella narración musical de cada uno de estos cuentos en el que los solos de los instrumentos-personajes estuvieron interpretados con una gran expresividad (la Bella Durmiente, Pulgarcito, la Emperatriz de las Pagodas, la Bella y la Bestia, y El jardín de las hadas). En ellos se evocó cada uno de los reinos mágicos de sus personajes con la utilización de los timbres del xilófono, la celesta, el gong, el arpa y las campanas ayudan en la recreación de esos lugares y de sus personajes, en los que la orquesta estuvo perfectamente empastada.

La segunda parte estuvo destinada al considerado por algunos autores como el verdadero impresionismo musical, con obras de Debussy. En esta ocasión comenzaron con Prélude à l’après-midi d’un faune (Preludio a la siesta de un fauno), una obra de 1894 inspirada en el poema homónimo de Stéphane Mallarmé. Podemos asistir al despertar de un fauno en plena naturaleza y cómo esta le influencia y hace que sucedan los acontecimientos. Esta es una obra revolucionaria porque posteriormente fue concebida para uno de los Ballets Rusos del empresario Sergei Diaghilev, el cual fue coreografiado e interpretado por el audaz a la par que intrépido Vaslav Nijinsky, quien escandalizó con su excesiva libertad artística a la sociedad parisina. En esta obra para orquesta también nos encontramos con el acercamiento a la naturaleza, las imágenes y las impresiones que estas nos causaron al escucharlas.

En este concierto la Orquesta Sinfónica de RTVE deleitó nuestros sentidos con unas magníficas interpretaciones de estas obras. Por su parte, Michel Plasson dio una lección magistral de dirección durante todo el concierto. Consiguió el empaste de cada una de las secciones de la orquesta, las sonoridades tan amplias que requieren estos compositores que van desde el más sutil de los sonidos suaves a la grandiosidad de los fortísimos de toda la orquesta cuyo gran oleaje rompe en las rocas del gong.

Tal fue la plasmación musical, que tanto el director como la orquesta consiguieron fusionar la sensación pictórica y musical de este movimiento vanguardista llamado impresionismo. Como agradecimiento, obtuvieron una gran ovación y nos obsequiaron con un bis a cargo de otro compositor con un gran sentido del humor como es Eric Satie.

(Foto: Orquesta y Coro RTVE)

La espectacular danza percusiva de Che Malambo

La espectacular danza percusiva de Che Malambo

La compañía argentina Che Malambo está de gira y actuó por primera vez en España en el Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial (Madrid) el pasado fin de semana. Se trata de una agrupación creada por el coreógrafo y bailarín Gilles Brinas que está integrada por doce hombres que expresan el arte del sur de Argentina, concretamente de La Pampa, a través del ritmo de sus bombos y sus movimientos.

Para el compositor Ígor Stravinsky, el ritmo es la base de la música y estaba en relación con el primitivismo del folklore de, en este caso Rusia, su país. Esa misma idea se puede aplicar a este espectáculo porque desde el primer segundo el ritmo penetra en el escenario y en el espectador con energía, precisión y determinación. Entra directamente sin preámbulos, lo que hace que sea una estupenda presentación de lo que va a suceder y de los artistas que intervienen.

Hay que tener en cuenta que las danzas tienen un componente de éxtasis que se establece entre la música y el bailarín, la música y esta con la conexión entre los bailarines, y todo ello con el público. A su vez, se establece un vínculo con el contexto en el que se ha creado y representado esa danza. En este caso, nos lleva al sur de Argentina, donde se originó en torno al siglo XVII el malambo, una danza folklórica interpretada exclusivamente por hombres y que está acompañada por el bombo legüero y las guitarras. El ritmo es la base de esta danza, tanto a nivel musical como en la propia danza en sí. Escuchándolo y viéndolo se pueden establecer conexiones musicales y de movimientos con el flamenco, como por ejemplo con el zapateo y la percusión corporal que aparece en ocasiones.

Una de las esencias del malambo es que en sus orígenes era un duelo competitivo en el que se ponía a prueba a sus intérpretes. Esto es recogido en el escenario y asistimos a duelos entre el bombo y el bailarín que imita los ritmos de este instrumento, entre dos bailarines que se retan y acaban bailando como si hubiera un espejo entre ellos y uno fuera el reflejo del otro, y entre diferentes agrupaciones, lo que les permite ir mostrando sus habilidades.


Los bailarines de Che Malambo utilizan las botas durante buena parte del espectáculo, lo que le confiere una sonoridad especial a los ritmos que crean y que superponen llegando a elaborar complicadas polirritmias. Un ejemplo más de su virtuosismo es mostrar de manera visual y auditiva esos movimientos y ritmos -delicados pero enérgicos en algunas ocasiones- descalzos, tanto en  los solos como con otros bailarines.

Nos sorprendieron a lo largo de toda su actuación, especialmente cuando de pronto escuchamos cantar y tocar a Gilles Brinas. De esta otra forma, también nos hicieron llegar el folklore de su país a través de las canciones de descendencia mapuche, esto es, del sur de Argentina y Chile. Por si fuera poco todo lo anterior, este gran intérprete además posee una preciosa voz.

Otro de los elementos esenciales de este espectáculo está relacionado con los diferentes elementos visuales, ya que es una puesta en escena bella por el vestuario que van utilizando a lo largo de la función y que representa las raíces sureñas argentinas de esta danza, por las figuras que crean y por la utilización tan inteligente de las luces que determinan tiempos, espacios y números. Esto se ve multiplicado en los números en los que utilizan las boleadoras. Estas eran instrumentos de caza indígenas argentinos de la Patagonia y La Pampa que más adelante fueron modificadas por los gauchos (habitantes de las zonas limítrofes de varios países de Latinoamérica). La coordinación de movimientos para manejarlas de diversas maneras mientras bailan, las ilusiones ópticas que consiguen crear con ellas y los ritmos que se añaden con estos peculiares instrumentos a los ritmos que hacen mientras bailan, hipnotizaron al público.

Esta gran danza de Che Malambo, con esta puesta en escena, nos lleva al éxtasis desde el principio hasta al final, cuando el público no pudo más que estallar en una clamorosa ovación. Espectacular.

(Foto: Che Malambo)