Per piano-forte con l’accompagnamento del violino. Así es como indica Ludwig van Beethoven la presencia del violín en sus sonatas para ambos instrumentos. Sin embargo, de forma contradictoria, es en estas sonatas donde el violín gana protagonismo en comparación con las sonatas que se compusieron anteriormente para esta formación. Por ejemplo, en las sonatas de Mozart la parte del violín es secundaria si la comparamos con la del piano, así que, podríamos decir que las sonatas de Beethoven fueron decisivas en el desarrollo del género y sin duda son un buen material de concierto para un violinista prestigioso.

El violinista Leonidas Kavakos y el pianista Enrico Pace han presentado el ambicioso proyecto de interpretar la integral de las sonatas para violín y piano de Beethoven dividida en tres conciertos en el ciclo Palau Cambra del Palau de la Música Catalana. El primer concierto tuvo lugar el 4 de octubre. En él el dúo interpretó las sonatas del opus 12 y del 30 de forma desordenada -6, 3, 2 y 7-, seguramente para alternar estilos y para que la escucha fuera más amena y dinámica, situando las del período más romántico al inicio y al final (op. 30) y las más clásicas en la parte central (op.12).

El planteamiento y ejecución de las obras por Kavakos-Pace fue muy acertado y minucioso. Desde fuera se podía apreciar fácilmente cómo las obras habían sido previamente analizadas y estudiadas muy de cerca por los intérpretes por su ejecución detallada con sus tiempos fuertes y de tensión, articulaciones, ornamentaciones, cambios de caracteres y timbres, dependiendo del movimiento, estilo y tempo. También destacaba el trabajo de cámara como apuesta en común, con sus unísonos y juegos de voces de pregunta-respuesta en que el violín imitaba a la perfección articulaciones propias del piano hasta crear un sólo sonido compuesto por diversos timbres.

Leonidas Kavakos, demostró un gran dominio técnico, especialmente por el control del arco -peso y punto de contacto- y del vibrato, que le permitía pasar de una sonoridad muy intensa y enérgica a una ligera, sutil y dolce en muy poco tiempo. Gracias a este contacto del arco con las cuerdas, el sonido, aún estructurado en frases y con sus articulaciones, nunca se perdía y estaba constantemente en movimiento, vibrando, como elemento vivo que es la música. Los movimientos lentos sobresalieron por la delicadeza y expresividad en que fueron interpretados, que contrastaban con los rápidos que -aunque con un tempo un poco precipitado- fueron tocados con gran resolución.

La segunda parte de las tres que forman esta integral tendrá lugar el próximo 26 de enero en el Palau, con la interpretación de las sonatas 4, 5 y 10 de Beethoven. Recomiendo no perder la oportunidad de escuchar estas obras en una versión que sin duda es de referencia.


Palau de la Música Catalana, Barcelona. 4 de octubre de 2016.

Leonidas Kavakos, violín
Enrico Pace, piano

Programa: Integral de las sonatas para violín y piano de Beethoven (I)

I

Sonata para violín y piano núm. 6, en La mayor op. 30 núm. 1
Allegro
Adagio molto espressivo
Allegretto con variazioni

Sonata para violín y piano núm. 3, en Mi bemol mayor, op. 12
Allegro con spirito
Adagio con molt’espressione
Rondo (Allegro molto)

II

Sonata para violín y piano núm. 2, en La mayor, op. 12
Allegro vivace
Andante, più tosto Allegretto
Allegro piacevole

Sonata para violín i piano núm. 7, en Do menor, op. 30
Allegro con brio
Adagio cantabile
Scherzo: Allegro – Allegro