La Royal Opera House de Londres presentó por primera vez en su temporada La Nariz, la genial ópera que con solo 20 años compuso Dmitri Shostakovich. Basada en el relato homónimo de Gogol, la obra cuenta las peripecias del Asesor Colegiado Kovaliov, que un buen día se despierta sin nariz, para más tarde encontrársela por San Petersburgo vestida de Consejero de Estado.

Para un argumento tan disparatado, qué mejor que la música de Shostakovich, quien en esta partitura despliega su enorme talento como instrumentador para crear un universo sonoro brillante, delirante, y tremendamente complejo de llevar a escena con sus 77 personajes. El encargado de tal hazaña ha sido Barrie Kosky, actual director artístico de la Komische Oper de Berlín. El director australiano debutaba en la ROH, pero sus puestas en escena han dado la vuelta al mundo, como es el caso de su propuesta para La Flauta Mágica, sobre la que ya se habló aquí, y que recientemente se ha podido ver en las temporadas de Madrid y Barcelona con gran éxito en el público. Su versión de La Nariz, a pesar de algún gag más bien vulgar, es extremadamente divertida, visualmente atractiva y teatralmente muy efectiva. El único punto cuestionable es la decisión de representarla en inglés -en una, por otro lado, excelente traducción de David Pountney– en lugar del original ruso. La música de un buen compositor va siempre profundamente ligada a la lengua para la cual está escrita, y la comprensión del texto no puede ser la excusa. Y menos en un teatro que cuenta con un efectivo sistema de subtitulado tanto encima del escenario como en cada butaca.

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Hay muchas posibles interpretaciones del relato de Gogol, sin embargo, al no focalizarse en ninguna de ellas, Kosky deja todas las opciones abiertas, limitándose a explotar el humor y la sátira que rezuma la historia. Solo en una cosa el director se pronuncia claramente: la desaparición física de la nariz de Kovaliov no es algo metafórico o imaginado, sino un hecho real del que muchos personajes son testigos, y que según el gag final puede no haberse solucionado del todo. Visualmente, la desaparición de la nariz se soluciona con un truco clásico: los personajes llevan una nariz postiza exageradamente grande, de forma que cuando Kovaliov pierde su postizo se supone que en comparación parece que no tenga nariz. Personalmente creo que, aunque la idea es buena, no acabó de funcionar, pero juzguen ustedes mismos con las fotografías que acompañan esta crónica.

THE NOSE_ROH, Director; Barry Kosky, Conductor; Ingo Metzmacher Platon Kuzmitch Kovalev; Martin Winkler, Ivan Iakolevitch/Clerk/Doctor; John Tomlinson, Osipovna/Pretzel Seller; Rosie Aldridge, The Nose; Han Galkoff, Praskovya Ossipovna_Vendoe; Rosie Aldridge, Angry Man in the Cathedral; Alexander Lewis, District Inspector; Alexander Kravets, Old Countess; Susan Bickley, Iaryzhkin; Peter Bronder, Pelageya Podtotschina; Helene Schneiderman, Podtotschina's daughter; Ailish Tynan, Ivan; Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, Ensemble;Andrew O’Connar, Paul Carey Jones, Alasdair Elliott, Alan Ewing, Hubert Francis, Sion Goronwy, Njabulo Madlala, Charbel Mattar, Samuel Sakker, Michael J. Scott, Nicholas Sharratt, David Shipley, Jeremy White, Simon Wilding, Yuriy Yurchuk,

Las abundantes alusiones del libreto al paisaje urbano de San Petersburgo están completamente ausentes en el escenario diseñado por Klaus Grünberg, que se encuentra enmarcado por un proscenio con una gran obertura circular que recuerda al iris de una cámara. Sin ningún otro tipo de referencia espacial o geográfica, la atención se concentra en los personajes y sus acciones, que en ocasiones tienen lugar encima de unas tarimas de aspecto circense (que luego se convertirán en un delirante grupo de mesas ambulantes). El variado vestuario de Buki Shiff aporta color, con una mezcla de diversas épocas que hace imposible identificar el momento de la acción. Pero el toque surrealista definitivo llegó con el baile de las narices (literalmente), durante el cual el emancipado apéndice nasal del Asesor Colegiado se marcó un solo de claqué para deleite del público, en uno de los números que coreografió con gran acierto Otto Pichler. Todo ello, junto a la gran dirección de actores y a la calidad de la interpretación musical, contribuyó al excelente resultado del espectáculo

THE NOSE_ROH, Director; Barry Kosky, Conductor; Ingo Metzmacher Platon Kuzmitch Kovalev; Martin Winkler, Ivan Iakolevitch/Clerk/Doctor; John Tomlinson, Osipovna/Pretzel Seller; Rosie Aldridge, The Nose; Han Galkoff, Praskovya Ossipovna_Vendoe; Rosie Aldridge, Angry Man in the Cathedral; Alexander Lewis, District Inspector; Alexander Kravets, Old Countess; Susan Bickley, Iaryzhkin; Peter Bronder, Pelageya Podtotschina; Helene Schneiderman, Podtotschina's daughter; Ailish Tynan, Ivan; Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, Ensemble;Andrew O’Connar, Paul Carey Jones, Alasdair Elliott, Alan Ewing, Hubert Francis, Sion Goronwy, Njabulo Madlala, Charbel Mattar, Samuel Sakker, Michael J. Scott, Nicholas Sharratt, David Shipley, Jeremy White, Simon Wilding, Yuriy Yurchuk,

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Entre los intérpretes, destacaremos a Martin Winkler como Kovaliov, por su presencia escénica y su dominio del papel. Un inglés algo deficiente no logró empañar una interpretación cargada de matices, que además de resultar hilarante también provocaba una sincera compasión por el desdichado Asesor Colegiado. El veterano bajo y habitual de la casa John Tomlinson -que últimamente había mostrado un preocupante desgaste vocal en algunos papeles- interpretó a la perfección los roles de barbero, oficinista y doctor. Divertidísimo resultó también Alexander Kravets en el difícil papel de Inspector de policía del distrito. Nos quedaremos con estos tres nombres, ya que no podemos comentar separadamente cada uno de la treintena de intérpretes (sin contar al coro) que pasaron por el escenario de la ROH durante la función. Baste decir que la homogénea calidad lograda con un reparto tan extenso resultó asombrosa. Todo ello aderezado con los siempre magníficos coro y orquesta de la casa, bajo la batuta de Ingo Metzmacher, cuya experiencia en este tipo de repertorios garantizó una dirección musical electrizante.

THE NOSE_ROH,Director; Barry Kosky,Conductor; Ingo MetzmacherPlaton Kuzmitch Kovalev; Martin Winkler,Ivan Iakolevitch/Clerk/Doctor; John Tomlinson,Osipovna/Pretzel Seller; Rosie Aldridge,The Nose; Alexander Lewis,District Inspector; Alexander Krave

Curioseando en la tienda de la ROH, que comparte con las taquillas un reducido espacio provisional, tuve ocasión de escuchar como una vendedora aconsejaba a una compradora acerca de la mejor elección para asistir a la ópera por primera vez. Después de loar la producción de La Nariz, comentó que quizás no era el mejor título para iniciarse, y acabó aplaudiendo la decisión de la compradora, que se decidió, creo, por Madama Butterfly. Siento una gran admiración por la música de Puccini -que considero injustamente infravalorada por algunos especialistas, a pesar de su popularidad entre los aficionados-, pero no hay ninguna duda de que La Nariz es una obra mucho más completa. Hay pocas obras capaces de cautivar por igual a espectadores de perfiles tan distintos -especialmente cuando está tan bien servida-, desde el melómano experto, que podrá zambullirse en la riqueza estilística de la partitura; hasta el primerizo, que quedará atrapado por su ritmo y argumento. Puede gustar más o menos, pero esta producción de La Nariz difícilmente aburrirá a nadie. Quedan dos funciones para comprobarlo en persona, ya sea en directo en Londres, los días 4 y 9 de noviembre, o bien desde casa en streaming a traves de The Opera Platform, que retransmitirá en directo la función del día 9, y luego estará disponible en diferido durante un mes.

THE NOSE_ROH, Director; Barry Kosky, Conductor; Ingo Metzmacher Platon Kuzmitch Kovalev; Martin Winkler, Ivan Iakolevitch/Clerk/Doctor; John Tomlinson, Osipovna/Pretzel Seller; Rosie Aldridge, The Nose; Alexander Lewis, District Inspector; Alexander Kravets, Old Lady; Susan Bickley, Iaryzhkin; Peter Bronder, Pelageya Podtotschina; Helene Schneiderman, Podtotschina's daughter; Ailish Tynan, Ivan; Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, Ensemble;Daniel Auchincloss, Paul Carey Jones, Alasdair Elliott, Alan Ewing, Hubert Francis, Sion Goronwy, Njabulo Madlala, Charbel Mattar, Samuel Sakker, Michael J. Scott, Nicholas Sharratt, David Shipley, Jeremy White, Simon Wilding, Yuriy Yurchuk,