Una de las singularidades del festival LIFE Victoria es su programa New Artists, a través del cual una selección de jóvenes músicos son becados para participar en las clases magistrales realizadas en el marco del festival y se les ofrece la oportunidad de actuar en uno de los recitales de los artistas principales. No es de extrañar que en siguientes ediciones alguna de estas talentosas promesas reaparezca en el programa con un recital en solitario, dando continuidad al programa New Artists y demostrando su eficacia. El caso de Josep-Ramon Olivé es especialmente significativo.

El barítono fue uno de los primeros alumnos becados por la Fundación Victoria de los Ángeles. De hecho, la suya fue la primera voz que se escuchó en festival, cuando el 2013 actuó al principio del recital inaugural de Ofèlia Sala. Cinco años más tarde y después de un provechoso periodo de formación en Londres que culminó con la prestigiosa Medalla de Oro de la Guildhall School of Music & Drama, Olivé volvió al LIFE como artista principal del concierto inaugural. Y el resultado no pudo ser mejor. Con apenas treinta años, el joven barítono tiene una voz de lujo, cálida y bien controlada. Su musicalidad sin artificios y su rigor en la dicción le permitieron abordar con igual solvencia los diferentes repertorios (alemán, francés y catalán). Sobresalió en Schubert, con un fraseo perfectamente delineado, y sobretodo con unas canciones de Mompou deliciosas, rayando lo sublime en «Damunt de tu només les flors» y «Jo et presentia com la mar». Olivé contó con el complice perfecto al piano: el escocés Malcolm Martineau respiraba i se movía con el barítono, y su cuidado sonido creó impresiones imborrables en Debussy y Mompou.

Si con la presencia de Olivé como artista invitado el festival recogía los frutos plantados cinco años atrás, los LIFE New Artists que actuaron al principio del recital permiten presagiar una buena cosecha futura. El tenor Eduard Mas y la pianista Marta Puig ofrecieron una selección de canciones de Mompou y Poulenc (las Banalités del francés fueron una autentica exhibición de humor y expresividad por parte de Mas), en la línea del programa de Olivé.