Soul ha sido el gran estreno de Pixar en Disney+ esta Navidad. En ella se narra la historia de un profesor de Música de un instituto: Joe Gardner (interpretado en la versión original por Jamie Foxx) quien trata de enseñarles a sus alumnos la pasión que puede llegar a despertar la música en las personas. Sin embargo, su aspiración personal es ser pianista de una banda de jazz y tocar en clubs. Ese camino no le resultará nada fácil, sobre todo porque debido a un accidente (aparece en el tráiler), su alma llega a un lugar donde las almas adquieren sus características. Es allí donde conoce a la pequeña alma 22 (Tina Fey), quien se convertirá en una gran compañera.


El director es Pete Docter, quien ya dirigió Up (2009) y la famosa Inside Out (2015). Siguiendo esta estela, plantea una serie de cuestiones relacionadas con el significado de la vida y cómo podemos llegar a vivirla. Esto también planteó reticencias por parte de algunos espectadores porque esperaban una película infantil. Ahora bien, ¿por qué las películas de animación han de ser (exclusivamente) para niños? Esta es otra manera de plantearle al público adulto a través de una propuesta atractiva los temas anteriormente mencionados y, de paso, hacerles reflexionar sobre ello.

Cuando hablamos de las películas de Pixar se espera que el resultado visual sea muy atractivo. No obstante, en este trabajo los efectos visuales van mucho más allá, tanto en el mundo terrenal como en el que no podemos vislumbrar. La diferencia entre esos mundos a nivel a todos los niveles también es evidente: desde el ritmo frenético por nuestro estilo de vida en la Tierra hasta conseguir sensación de lo etéreo en el mundo de las almas.

Soul, además, es un estilo musical afroamericano que nació en Estados Unidos en la década de 1950. Por tanto, la elección de un protagonista afroamericano que toca jazz es un doble guiño en este trabajo. De hecho, uno de sus elementos más importantes y constantes es el valor que se le da a la música en la vida y en las aspiraciones de su protagonista adulto. Concretamente su pasión es el jazz, el cual constituye un eje vertebrador a lo largo de toda la película. No es para menos, ya que la banda sonora es uno de los atractivos de este filme.

Con esta música de jazz se puede lograr entender la pasión y la necesidad que siente el protagonista de tocar su música, tanto en solitario como en una banda de jazz. Esta maravilla musical corre a cargo de los compositores Jon Batiste, Trent Reznor y Atticus Ross.

Pueden disfrutar esta banda sonora en el siguiente enlace:

En cuanto a su relación con 22, resulta ser una amistad quijotesca en la que quien en un principio iba a ser el mentor de esa pequeña alma, acaba aprendiendo la lección más valiosa. Entre esa gran revelación se encuentra disfrutar de los pequeños grandes instantes de la vida.

Por tanto, Soul es una película que invita a disfrutar a nivel visual y musical con una ideas que invitan a reflexionar sobre la vida y qué sentido le damos a vivirla. Así que ya saben: jazzeen.